Tu sitio web tiene una sola oportunidad de generar una primera impresión positiva. Solo en esa ocasión podrás demostrar a tu audiencia tu valor y credibilidad. Por eso, tu página principal, blog y páginas de destino representan algunos de los espacios virtuales más importantes con los que cuenta tu empresa. Si a un nuevo visitante no le gusta lo que ve, su reacción es retroceder o cerrar la pestaña, lo que resulta en un rebote indeseado.